sábado, 21 de mayo de 2011

Pero... ¿dónde está la cebra?

La imagen de la Puerta del Sol de Madrid, tomada por miles de personas a mediados del mes de Mayo de 2011, coincidiendo con elecciones en municipios y comunidades autónomas de casi toda España, no es una imagen nueva.

 En realidad, la imagen ha sido obtenida muchas veces por cámaras dedicadas a la observación de la naturaleza. 

Un animal, generalmente de aspecto tranquilo y pacífico, es asediado por un grupo de depredadores. 




En la última escena son ya los carroñeros los que están dando cuenta de los últimos despojos

De anónimo autor, la idea de la convocatoria se muestra pura y natural: desactivar los actuales componentes del sistema democrático español, supuestamente agotado y/o corrompido, por un nuevo sistema  y/o nuevos componentes.

Suponiendo que la idea no haya nacido en un laboratorio social (o lo que es lo mismo, en alguna letrina), el anónimo autor queda en el centro de la estampida social de la Puerta del Sol, como la hermosa y confiada cebra en el páramo africano.
El olor a carne fresca (en éste caso a ideas frescas) atrae a los depredadores. Los consumidores de masas aparecen por doquier, rodeando y olisqueando a la presa: políticos y medios de comunicación tratan de hacerse con el apetitoso  manjar. ¡¡Nada más y nada menos que una idea fresca!!

Solo después que los servicios de limpieza devuelvan a la plaza su habitual imagen, cuando el ciudadano se haya quedado a solas con la duda de si su voto fue el adecuado, la cebra ya no será visible.
La vida salvaje es lo que tiene.

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