lunes, 15 de agosto de 2011

De muerte y dignidad.

Aunque en la prensa de España, durante los llamados "años del plomo" se han prodigado con todo detalle de truculencia las fotos de muertos y heridos en lo que se ha venido llamando "atentados terroristas", cuando se produjo la masacre del 11 de Marzo de 2004 en Madrid, las imágenes desaparecieron por ensalmo.
El leitMotiv para que las imágenes de muertos y heridos de ésa masacre desapareciesen en la más siniestra de las tinieblas fue "preservar la dignidad de las víctimas".
Y uno se pregunta: ¿y qué hay de la dignidad de los demás?. 

Estos días la televisión repite hasta el hartazgo la muerte de uno de esos chicos que para divertirse y divertir a los demás, juega con un toro bravo. Bueno, en realidad lo que se ve es al toro jugar con el chico primero y con su cadáver después. ¿Y su dignidad?

En otras ocasiones, los reporteros gráficos acuden a lugares donde las vidas de las personas están en alto riesgo, ya sean guerras u otro tipo de conflictos sociales violentos, o bien simples desgracias naturales, esperando pacientemente a captar ésa imagen donde pueda apreciarse la angustia, la desesperación y el dolor de lo inevitable.
Quizá el exponente más célebre de la obsesión enfermiza por el sufrimiento ajeno sea la muerte de Omayra Sánchez en Armero, Colombia, cuya agonía fue registrada gráficamente durante 3 días, mientras moría ahogada lentamente. ¿Y su dignidad?

Existen miles de ejemplos gráficos en la historia de la prensa española de todos aquellos que fueron heridos o muertos en cualquier cosa que no fuera ése famoso "atentado de tipo yihadista" del 11 de Marzo de 2004: sean de los eufemísticamente llamados "accidentes" de tráfico o del genocidio de turno en Rwanda o en Bosnia.


Resulta sintomático que se haya recurrido a la dignidad para escamotear imágenes de ése curiosa masacre, pero no de otras.

¿Acaso en los restos de alguno de esos cadáveres había algo que debía desaparecer al igual que las 90 toneladas de restos en los focos de las explosiones que han desaparecido?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ningún parásito te impedirá opinar con tu comentario.