jueves, 27 de octubre de 2011

M-A-J-A-D-E-R-O-S

Miembros del partido que gobierna hoy en España, aseguraron hace años que para el año 2016 garantizaban que no habría problema alguno con la banda vasca llamada eta.
Posteriormente afirmaron que la eta conocida podía darse por extinguida.

Miembros del gobierno han afirmado repetidamente que conocen con nombres y apellidos a los dirigentes de eta.

El pasado 20 de Octubre, justo a un mes de las nuevas votaciones generales que se van a realizar en España, los medios de difusión dieron pábulo a un video que en apariencia era un casting para una nueva réplica de Scream, y todos lo aceptaron como un "comunicado" de la banda vascongada. Y no ellos únicamente. El gobierno, aunque afirma conocer perfectamente a los dirigentes de la banda y a sus interlocutores de años y años, aceptó como válida la fantochada.
¿Morbo? ¿Imbecilidad?



Los fantoches anunciaron el final de lo que ellos llamaron "confrontación armada", con lo cual fueron varios los centenares de familiares de asesinados y lisiados por la banda, los que se preguntaron qué armas portaban sus familiares cuando los bravos soldados vascuences les dispararon en la nuca o activaron la bomba. Porque confrontar significa estar o ponerse una persona frente a otra, y armada significa provista de armas. Pero bueno, reconozco que pretender de los fans de Sabino que piensen, es excesivo.

La cosa es que no deja de llamar la atención que, habiendo entregado Cataluña mediante los virreyes catalanes hace ya 7 años y sin teatro alguno, ahora sea preciso, para la entrega del resto de España, recurrir al esperpento de ponerle boina a los payasos, o traer famosillos al antiguo palacio donde Franco veraneaba.
¿Para qué el espectáculo de La Noria en Ayete?
¿Para qué ocultaban el careto?
¿Por qué el gobierno aceptó el show

Me pregunto: si el "comunicado" lo hubiesen hecho estos dos ¿lo habrían aceptado igualmente?. Y si no lo hubieran aceptado ¿cuál sería la diferencia?.




¿Era necesario pitorrearse de los españoles de tal forma?





domingo, 2 de octubre de 2011

Trashorras, el brazo tonto de Al Qaeda

Corre insistentemente el rumor de que Santiago Segura va a dirigir una nueva película que lleva por título "Trashorras, el brazo tonto de Al Qaeda".

La sinopsis es la siguiente: Tres años después de los ataques al WTC de Nueva York,  unos islamistas malvadísimos deciden cometer el mayor atentado de la historia de Europa y eligen Madrid. El móvil es castigar a los españoles porque su ejército ha invadido Iraq.
Para ello, personas invisibles en el film, organizan un ataque con 13 bombas a 4 trenes de pasajeros.
Los explosivos los facilita un ex minero -no islamista- aquejado de esquizofrenia y confidente de la policía española, apellidado Trashorras.
Otro confidente -tampoco islamista- de la policía española se encarga de poner en contacto al minero con unos moros -que no son islamistas- que se dedicaban a trapichear con drogas, y que dan el toque moro a los terroristas, porque el atentado, según el guión, ha de ser "de tipo yihadista" (no puede ser "de tipo abertzale" porque no tocaba).

Para facilitar la labor investigadora de la policía, uno de los moros aporta una serie de tarjetas de telefonía móvil, porque el guión exige que las bombas sean activadas con la alarma de unos teléfonos móviles. Es mas: para que se investigue mejor, los teléfonos son liberados de la compañía que los vende, para poder utilizar las tarjetas del moro (que son de otra compañía distinta de los teléfonos).

El guión, que parece un tanto apresurado, ha sido escrito por Javier G.B en colaboración con Juan del O.
En efecto: estos guionistas noveles en literatura islámica-yihadista, con las prisas no se percataron de que las tarjetas no eran necesarias para activar las alarmas de los teléfonos de los malos y -además- no tuvieron en cuenta el pequeño detalle de que el artefacto que descubren, y que permite atrapar a los malos, tenía una tarjeta de la compañía Amena y un terminal de la compañía Movistar que no había sido liberado, detalle que impedía el funcionamiento de la tarjeta (a su vez innecesaria).
Pero en fin, minucias aparte, parece que la película en su conjunto garantiza el éxito de público.