Ya casi lo he conseguido.
Estoy ya casi convencido de que las víctimas son las únicas responsables de lo que les ocurra por ponerse delante de sus verdugos.
Y es que -además- no puede ser de otra manera: quienes están soltando a los criminales (creo que ahora ya no se les debe llamar criminales y hay que llamarles honorables) no hacen más que actuar como representantes de la voluntad de la mayoría de los españoles. Y en una democracia que se precie, lo que toca es respetar la voluntad de la mayoría del pueblo.
Pues nada, nada, que aquí estamos para respetar lo que se nos mande, que para eso somos soberanos.
Ya puedo aceptar que se provoque una estampida tras otra de honorables para salir del talego. Si es lo que la mayoría ha decidido, nada debe objetarse, pero... pido un poquito de coherencia, por favor.
Aparte de las vidas -segadas o destruidas- de las víctimas y allegados, todo ese invento del "terrorismo" nos está costando un pastizal desde hace una auténtica eternidad. Un disparate de dinero. Igualmente, la captura, proceso y almacenaje de los demás honorables invitados a ésa orgía de celebraciones de la derrota de ETA, ha costado un dineral. No creo que aún alguien pueda albergar dudas de que el "terrorismo" no es más que un inmenso negocio de índole político. Basta con observar la enorme cantidad de gente que obtiene los réditos políticos y la mayor aún de gente a la que da de comer en un segundo nivel.
Por tanto, lo coherente con la voluntad del pueblo es que el mismo pueblo proceda a ahorrarse el dinero que cuesta policía, jueces, carceleros y los costosos medios técnicos utilizados para trincar a personal al que luego se suelta.
Ya hemos visto que si el que se sienta al banquillo es bailaor, lleva boina, es torero, o político, o hija de, o incluso padre de, o yerno de, o incluso menor de edad, o también "desfavorecido social", etc. la justicia se aprieta la venda de los ojos, se pone los tapones en los oídos y desaparece. La ley sí que es la misma para todos (no van a hacer un código de circulación para los morenos y otra para los rubios, claro) pero la justicia no es que no sea la misma para nadie, es que hay ocasiones en que sencillamente NO ES.
A ser coherentes y a ahorrar en paripés, helicópteros para salir en el telediario "buscando" a Marta del Castillo, uniformes galácticos, puñetas y togas, hoteles de lujo con gimnasio y demás chuches impresionacríos.
¡ Aire !
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