jueves, 1 de agosto de 2013

El bebé hiperactivo y la NSA

Dice el refrán que el que con niños anda, meado se levanta.
No creo que la Administración norteamericana conozca el refrán, pero no le vendría mal ir conociéndolo.

Si hemos de creer cada cosa que nos cuentan de aquél país tan grande y tan perfecto, deberemos creer también que todas esas agencias, oficinas y demás garitos que se preocupan de "la seguridad nacional" de los USA lindan con el cretinismo; que en definitiva no son tan exquisitas como pretenden hacernos ver con sus películas promocionales sino, más bien, todo lo contrario.

Parece ser que el país más poderoso de por ahí, no sólo utiliza en su ejército a los StevenesSeagales de las películas, sino que para las labores más finas recluta críos inestables emocionales, a los que encomienda la custodia de los secretos militares más temibles e inconfesables.

Tal cosa es lo que se desprende de lo que la propia Administración USA
cuenta sobre las actividades de una especie de zagal recién salido de la consulta del pediatra, al que llaman "analista de inteligencia" ¿?  y de nombre Bradley Manning, en cuyas manos parece ser que el único secreto que no cayó fue el de Fátima.  Es decir, los USA utilizan millones de dólares en crear, mantener y nutrir centros, agencias, oficinas y cosas con las que protegerse de los malos, y luego van y le dejan a un nene hiperactivo con brotes patrioto-esquizoides todos los secretos para que se los lleve al tiovivo como si fueran cromos.

¿Con qué imagen deberemos quedarnos?
¿Con la de los musculosos destruyeciudades-salvamundos, o con un lisiado repartiendo los secretos como cromos entre zagales a medio cocer?

Claro que hay que tener en cuenta que Manning es "soldado de primera clase (E-3)", es decir, que lleva más de un año en el ejército; y que a la clase E-2  acceden los que han destacado en los Scouts de forma directa.

Sospecho que alguien se está aprovechando de que ya no anden por aquí los hermanos Marx, Gila o Tip y Coll






1 comentario:

  1. Yo conocía el refrán de un modo un poco más chic: Quien con infantes pernocta, excrementado alborea. De todas formas, tienes razón. ¿En qué cabeza cabe dejar secretos de tal magnitud en manos de este tipo de personal? ¿Es que no pasan reconocimientos psicológicos previos?
    En fin, así nos va.

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